Dos de mis sobrinos escriben cosas muy interesantes en sus blogs. Y de pronto me encuentro con trocitos de su mundo, que debido al tiempo y más que todo a la distancia, desconozco. Ya están grandes. Adultos. Y yo recordándolos como pequeñitos. Lo que es más, a él solo lo vi unas pocas veces hace tantos años, cuando todavía era casi un bebé. Son hermanos. Tan inteligentes. Cuanto quisiera haberlos visto crecer, conocerlos mejor. Supongo que puedo decir, que fueron la guerra, los tiempos, las circunstancias, las decisiones pasadas, la vida misma, que empuja y empuja y no se detiene, lo que nos separó. Aun así, sé, que somos de los mismos, aunque a veces no lo parezca. Y me maravilla ver como Khalil Gibran estaba siempre en lo correcto,
"Sus almas viven en la casa del mañana, la que tu no puedes visitar ni siquiera en sueños"
y aunque no sean mis propios hijos, sé muy bien que somos sangre, son hijos de mi único y siempre amado hermano. Solo habiéndolos parido yo misma, podrían ser más míos. ¡La vida puede ser terrible! Y sin embargo...maravillosa.
Sigan escribiendo muchachos, expresando, compartiendo, sorprendiéndonos.