Este verano me tiene cansada.
Me dice Roberto que debo ser vampiro o algo así, pues el sol casí me enferma solo de imaginarlo.
El Viernes pasado, de pronto me sentí llena de energía y sacudí bien los tapetes de la cocina, y lave el piso, hasta que quedó super brillante (son blancos los condenados ladrillos). Y de pronto me fijé que comenzaba a llover, corrí al jardín de enfrente para aprovechar el petrichor, y hasta me mojé un poco. Me sentía feliz. Feliz...hmmm ¡Claro! ¡La tormenta veranera, había oscurecido el sol y la temperatura había bajado treinta y cinco grados! (De 105°F a 70°F).
....Lestat ¿Estás allí?
Wednesday, August 27, 2008
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